El té es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, ya que existen desde las clásicas infusiones para disfrutar una tarde en familia, los té verde para quemar grasa o té rojo para adelgazar, hasta los refrescantes tés helados como bebida saludable para el verano.
Pero ojo, ten en cuenta que agregar leche al té puede que no sea la mejor opción…
El origen de esta infusión fue en China. Hace 2.000 años, los chinos, aprendieron a utilizar el calor y el prensado para extraer sabores y también colores de las hojas del árbol del té, Camellia sinensis. Poco a poco fueron evolucionando la técnica y se popularizó, tanto que en el siglo XVII se exportó a Europa y Rusia, con gran éxito.
Agregar leche al té puede que no sea la mejor opción
Existen razones por la cual es importante no mezclar estas dos bebidas y aquí te lo contamos.
Antioxidantes
El té tiene dos compuestos relevantes que son la cafeína y los polifenoes. Son estos últimos los químicos vegetales que dan a estas infusiones su sabor y aroma, pero sobretodo tiene muchas propiedades para tu salud.
Los polifenoles o flavonoides actúan como antioxidantes, que controlan los efectos dañinos de los radicales libres en el cuerpo. Con ello no solo se previene un envejecimiento prematuro, también reducen riesgo de enfermedades.
¿Qué pasa cuando le agregas leche?
La proteína en la leche puede reducir la capacidad antioxidante del té. Ya que los flavonoides se “desactivan” cuando se unen a proteínas, explica la Escuela de Salud Pública de Harvard.
La reducción de la capacidad antioxidante del té se da aun en casos de leche desnatada o semidesnatada.
Consumir té con leche no hace que esta infusión sea una bebida que afecte tu salud, aunque se verían reducidas las sustancias que te ofrecen múltiples beneficios.
Si eres un apasionado del té con leche puede que sea el momento de que dejes de hacerlo, pero de todos modos, es importante resaltar que tomar estas dos bebidas juntas no es mala o dañina, sino que reduce los beneficio que el té le puede brindar a tu cuerpo y por consiguiente, la leche.